Según cuenta la leyenda...
El pueblo de Barcelona estaba siendo devastado por un dragón terrible, con un aliento pestilente que envenenaba el aire, y producía la muerte a todos aquellos que lo respiraban. El dragón saciaba su hambre con todos los animales del pueblo, hasta que llegó el momento en que acabó con todos. Entonces, los habitantes decidieron sortear cada día una persona para dársela de comer al dragón y mantenerlo saciado. Hasta que un día la suerte hizo que le tocara ser devorada a la hija del rey. Cuando la hermosa princesa salió del castillo para dirigirse a su triste destino, bajo la mirada triste de su pueblo, surgió de entre la bruma un caballero sobre un caballo blanco, que arremetió contra el dragón hasta matarlo. De la sangre que brotó, surgió un rosal y de sus ramas crecieron las rosas más rojas que la princesa hubiera visto nunca. El joven caballero cortó una rosa y se la ofreció a la princesa.
Los barceloneses conmemoran este día regalando un libro y una rosa. Una tradición que viven con mucho entusiasmo, y todas las calles de la ciudad se llenan de puestos con miles de rosas, de libros y de gente que no quiere perderse un día tan especial.
Un trocito de From Olivia se encuentra en Barcelona, y no quiso perderse la magia de Sant Jordi.
Y de paso, alguna que otra rosa también cayó...
... porque siempre hay alguien dispuesto a sacarte una sonrisa.
Aprovechando el maravilloso día que hacía, saqué a lucir el nuevo jersey de From: Olivia.
Ahora que llega la primavera, cambiamos nuestras queridas lanas, por hilo de algodón, más fresquito y super agradable al tacto. Esta vez, el protagonista fue el crudo, un color de siempre, y que nos gusta tanto, porque además de favorecer a todas, combina con todo!!
Trabajado mangas y espalda con punto inglés, un tejido muy laborioso pero que queda así de bonito. La parte delantera totalmente dibujada, con trenzas, zig-zags y calados.
Una maravilla realizada 100% a mano.
Esta vez obra y arte de nuestra mami.
Esperamos que te haya gustado tanto como a nosotras.
Y si no eres ni de libros ni de flores, regala un dulce, que eso siempre saca una sonrisa ;)
Un besito,
