La vida es como una labor, hay que atreverse, hacer, deshacer, volver atrás, tener fallos, corregirlos, y acabarla o dejarla a medias…
A nosotras nos encanta ponernos retos en esto de las labores, y por eso nos atrevemos con todo, lo último: un blog para enseñar al mundo nuestras creaciones.
Fuente imagen: www.candicetripp.com
Desde siempre las labores han rodeado nuestra vida. Hemos nacido entre hilos.
Cuando todavía no llegábamos a los 7 años nuestra abuela nos llevaba a clases de costura, allí íbamos con nuestras sillitas pintadas con nuestro nombre, un trozo de tela, enhebrábamos la aguja y a dar puntaditas.
Nos iniciamos en el punto de cruz con apenas 9 años. Con patrones de los dibujos que más nos gustaban, los íbamos rellenando de hilos de colores. Creábamos auténticas obras de arte.
Poco después, nuestra madre decidió que ya estábamos preparadas para sumergirnos en el mundo de la calceta. Cogimos dos agujas enormes y lanas gordísimas para emperezar a practicar el punto bobo… nos hacíamos nuestras propias bufandas y bolsitos, y cuando fuimos aprendiendo otros puntos, también nos aventuramos a intentar hacer jerseys, aunque no siempre quedaban bien, unas veces eran pequeños, otras no llegábamos a rematarlos e incluso, hubo que deshacerlos algunas veces… y a volver a empezar.
También pasamos tardes cogiendo tiras de hilos de los colores de moda para hacernos pulseritas, luego montábamos una mesita en la calle y a venderlas a la gente que pasaba, cuando terminaba la jornada nos pegábamos un festín con lo que habíamos ganado. También hubo una época que nos dedicamos a montar rollos de papel higiénico vacíos con pinzas de la ropa para hacernos maravillosas trenzas de lana, que luego poníamos en forma de lazo en nuestras coletas.
Nos encantaron desde siempre las manualidades, así que además de labores con hilos, en nuestro tiempo hacíamos mil cosas más: figuras de escayola, de plastilina o con barro, flores de miga de pan, sales de colores, joyas y figuras de abalorios, cestas de mimbre, galletas, piruletas, helados, … todo lo que fuera crear siempre nos valió para gastar en ello nuestro tiempo libre.
No hace muchos años empezamos a descubrir el ganchillo.
Nuestra última aventura, en la que aún somos aprendices, es el encaje de bolillos, algo que siempre nos metió mucha envidia y nos apetecía aprender, parecía bastante complicado, pero le estamos cogiendo el truco, y ya se está convirtiendo en otro vicio de hilo….. parece que corren hilos por nuestras venas, porque ya estamos totalmente enganchadas.
Aunque somos hermanas, no nos parecemos en nada, somos completamente distintas, tanto físicamente, como en personalidad, en gustos, … pero tenemos inquietudes que nos hacen darnos cuenta de que venimos de la misma cuna. Estudiamos y trabajamos, por lo que nos queda poco tiempo libre para llevar a cabo todos nuestros sueños en hilo, pero lo seguiremos dedicando a hacer lo que nos gusta y a compartirlo con vosotros. No os podéis perder nuestras pequeñas “joyas”. Por ello decidimos empezar con este blog.
Cada pieza, cada detalle, todo lo que podáis ver en nuestro blog es único y está creado totalmente a mano por nosotras y nuestra madre, a la que damos gracias por enseñarnos a vivir la vida entre labores.
Ya estábamos deseando publicar esta primera entrada.
